Parece que fue ayer cuando nos sentamos todas en el Sancho (casi por última vez si no recuerdo mal) preguntándonos qué iba a ser de nuestra vida a partir de ahora, con la esperanza de que nos iba a ir bien y que dentro de un par de meses estaríamos sentadas todas otra vez ahí contándonos cómo nos iba y olvidando los viejos agobios de septiembre.
Pues sí, la vida te cambia de un día para otro y como el que no quiere la cosa han ido pasando los meses sin que yo fuera consciente de dónde estaba y de lo que se avecinaba.
Y sin apenas darme cuenta, llegué al 2 de Bloor Street East.
